El significado de los aplausos


Por Erwin Caro Infante
En estos días de pandemia mundial es ya costumbre que a las nueve de la noche de cada día aplaudir en señal de gratitud, homenaje, reconocimiento a médicos, enfermeros, personas que se encargan de enfrentar el COVID – 19 lejos de sus familias y arriesgando su vida para salvar otras. La acción de aplaudir tan antigua y expandida como la humanidad y sus culturas, diversa en su manera de producir algún ruido es una manera de expresar lo que sentimos de forma individual o masiva.
Algunos sitios de la INTERNET que abordan la historia de los aplausos refieren que los romanos tenían dos formas de hacerlo, ahuecando las manos, que llamaban imbrexo con las manos planas, testa; también agitando el faldón de la toga. El emperador Aureliano sustituyó esta última acción por pañuelos (orarium) que distribuyó entre el pueblo. En el teatro romano, el protagonista al finalizar la obra gritaba: Valete et apluidite! la audiencia coreaba con un aplauso la aprobación de la obra.
La acción de aplaudir innata en nosotros, aprendida desde los primeros meses de vida, va cargada según la ocasión de múltiples significados. Lejos de aquellos que expresan lo servil, la hipocresía o el oportunismo; resaltan, como mayor bien a la humanidad, los altos valores asociados a la valentía, la dignidad, celebrar lo bello y artísticamente superior.
Cuando se iniciaron por primera vez estos aplausos nocturnos en que no solo la pandemia se cernía con fuerza sobre la isla, sino una sequía rasgaba la piel de la tierra. Los aplausos parecían la lluvia necesaria, esperanzadora.
Vale reflexionar: los salvados aplauden con más fuerza y emoción, los agradecidos, los que comprenden que ante la oscuridad existen hombre y mujeres que arriesgando su propia vida van sembrando de luz el camino. Y aunque aplaudir (del latín applaudere)no solo es palmotear, sino celebrar a alguien o algo con palabras u otras demostraciones, el taller literario municipal José Martí de Bayamo acompaña, con su propia manera de hacerlo, el altruismo:
A LOS TRABAJADORES DE LA SALUD
Van de pureza vestidos
a matar la oscuridad
plenos de amor y bondad
por el mundo repartidos.
Van a salvar los latidos
del planeta que agoniza
sacando de la ceniza
los sueños y los abrazos
serán más fuertes los lazos
si se anudan con sonrisa.
Aplaudimos cada día
con orgullo a los valientes
en todos los continentes
aplauden su valentía.
Ellos dan la garantía
de la esperanza a millones
ofreciendo corazones
a los rostros del dolor
todo lo cura el amor
de Cuba con sus misiones.
Elisa Pérez Rivero
Bayamo. Granma.